No hay tal cosa como una cultura de ciegos
Por: Barbara Pierce.
De vez en cuando nos preguntan si existe o no una clara y definida cultura de ciegos. La gente que usualmente pregunta al respecto, lo hace de buena fe, y sólo desea educarse. Reconocemos que el asunto es materia de debate y discusión en la comunidad de ciegos de Estados Unidos . La mayoría de ciegos sin embargo, rechaza que hay una distintiva cultura de ciegos. Esta sin duda, es la perspectiva de Barbara Pierce. Imprimimos aquí la contestación que ésta le envió a un estudiante de secundaria que tenía como asignación investigar sobre una subcultura para un proyecto sobre multiculturismo. El joven y algunos de sus compañeros, decidieron investigar sobre la cultura de ciegos. Al encontrar el portal de NFB de Ohio, escribió solicitando que alguien le informara sobre la cultura de ciegos. La carta de Barbara nos ofrece una clara y concisa defensa sobre su punto de vista de que no existe una cultura de ciegos. Sus planteamientos podrán iluminar a aquellos que desean respuestas a sus dudas sobre el asunto. —Dan Frye—
Estimado Zac,
Sería para mí un placer hablar contigo y o tu grupo sobre ceguera y los ciegos. Teniendo en cuenta que soy la Presidente de National Federation of the Blind de Ohio, soy sin duda la persona mejor capacitada en el estado para hablar al respecto. Siento sin embargo la necesidad de cuestionar si —al igual que los sordos, que hablan sobre una “cultura de sordos”— existe o no entre los ciegos tal cosa como una “cultura de ciegos”. Pienso que surgirá una nueva cultura en tanto y en cuanto haya barreras que interrumpan la comunicación entre el grupo en cuestión y la sociedad.
Los hispanos, o cualquier otro grupo que prefiera hablar en otra lengua que no sea el inglés, tienden a agruparse y comunicarse en su lengua. Puede que inclusive tengan literatura, comida, música, y hasta religión propia. Aún cuando participan en sociedad, tienden a gravitar hacia a aquellos con quienes comparten experiencias. Los sordos, que ven el lenguaje de señas como una lengua separada y distinta, prefieren usarlo para comunicarse entre sí. Aun la comunicación escrita de personas con sordera profunda es a menudo característica de su cultura, y difiere del inglés estándar. Por tal razón, y porque frecuentemente la comunicación con personas que oyen se dificulta sin un intérprete, es que hablan de una cultura de sordos. No es raro por tanto, que personas sordas sienten alivio al saber que sus hijos son sordos, ya que no tendrán que vivir entre dos culturas.
Los ciegos no tienen problema para comunicarse con otros angloparlantes. El Braille no es un idioma ya que se usa para escribir otros idiomas. Es meramente un método táctil para escribir. Y como puedes ver, los ciegos podemos usar computadoras para escribir inglés sin ninguna dificultad.
Los ciegos no tenemos necesidad de vivir juntos para disfrutar estilos de vida similares, religión, ideas políticas, o cualquier otra experiencia que mantiene unido a un grupo con cultura propia. A diferencia del pasado en que los ciegos estábamos relegados a trabajar en un número limitado de oficios —afinador de pianos, fabricante de escobas y canastos, y para los muy inteligentes, ser maestro que le enseñara a otros ciegos destrezas como Braille— hoy día hay ciegos en todos los niveles sociales y económicos de Estados Unidos. Siempre y cuando la profesión u oficio no requiera uso de la vista —conductor de automóvil o cirujano— puedo sin duda hablar de alguna persona ciega que ejerce la misma.
Los ciegos vivían segregados porque no se les permitía alquilar apartamentos o comprar casas como el resto de la sociedad. Hoy día sin embargo, hay leyes en contra de ese tipo de discrimen. Pese las leyes, persiste todavía un grado de discrimen por razón de ceguera. Hay entre los ciegos un 74% de desempleo. No porque no querramos trabajar, sino porque persiste la idea de que no podemos, y no se nos da la oportunidad de demostrar lo contrario.
Sólo 10% de niños ciegos son instruidos en cómo leer y escribir Braille. Ello no quiere decir que el otro 90% de niños no puede aprender, sino que muchos de sus padres no comprenden cómo el aprenderlo les beneficiaría, y muchos maestros —aún los que han recibido adiestramiento para instruir a niños ciegos— no saben Braille —o saben muy poco— y por tanto, prefieren no enseñarlo. Si tenemos en cuenta que 85% de las personas ciegas empleadas saben como leer y escribir Braille, el no enseñarle Braille a los niños puede sin duda verse como discriminatorio y criminal.
Los ciegos nos hemos constituido en organizaciones a fin de combatir tales injusticias, proteger a los niños ciegos, ayudar a sus padres y evitar que discriminen en contra de las personas que recién se quedan ciegos. A menudo disfrutamos estar juntos, y trabajamos unidos para solucionar los problemas que aquejan a la “comunidad de ciegos”. A mi modo de ver, dicha comunidad no se puede ver como una cultura aparte.
Habiendo dicho todo esto, estoy a tu disposición para discutir este o cualquier otro asunto que desees.
Cordialmente,
Barbara Pierce
Presidente
National Federation of the Blind of Ohio