Eso es Braille
¡Eso es Braille!, Por: Maxine Schrader.
Traducido por Frida Aizenman y editado por Alpidio Rolón
Tomado del Minnesota Bulletin, Invierno del 2012, publicado en el Braille Monitor de mayo 2012. Es un material maravilloso. Que lo disfruten: Gary Wunder, Editor del Braille Monitor
Mi bisnieta de seis años de edad, A'mya, es la inspiración para este artículo. Cada vez que ve Braille en los elevadores, en las puertas, letreros, cajeros automáticos y en cualquier lugar que lo ve, dice con orgullo y en voz alta al público, "eso es braille; ¡mi bisabuela lo puede leer!" Que pequeña defensora y promotora.
Hace ochenta-y-un años, a la edad de cinco años, toqué por primera vez puntos de Braille, y comenzó la magia que nunca terminará. Al igual que A'mya, dije: "¡Eso es Braille!" A su edad, podía leer, y todo el barrio lo sabía. Los niños se reunían en el balcón de mi casa, y yo les leía el libro, Old Mother Westwind and the Seven Little Breezes. Después de todos estos años recuerdo ese libro, y me pregunto si todavía existe. Me aseguré de que todos en mi cuadra supieran sobre el Braille y su importancia para mi educación.
En esos días, los libros de texto eran todos en Braille, no cintas grabadas, computadoras, discos compactos o cualquiera de estas cosas modernas, por lo que no había duda o queja acerca de la enseñanza del Braille en las escuelas. Todo el mundo aprendió a leer y escribir Braille, y salió mejor gracias a ello.
Durante mi adolecencia leí, Lo que el viento se llevó, el gran libro de la época. Gracias al Braille, podía mantenerme al día sobre los últimos libros y revistas sin extrañar nada.
Ahora, a los ochenta-y-seis años, sigo siendo independiente, y la gente bromea conmigo sobre todas las cosas marcadas en Braille en mi casa, electrodomésticos, ropa, archivos, productos enlatados, álbumes, e incluso coloretes de distintos tonos. Lo que sea; Braille está ahí.
Ahora, cuando A'mya dice, "eso es braille, mi bisabuela lo puede leer", les digo, "¡seguro que sí!"